8. NAVIDAD

Ayer fue navidad y no recuerdo un regalo más bello que el de ayer, tus labios y los míos juntos, el primer beso, en el cine, escogiste los lugares más recónditos de la pequeña sala, hasta arriba y en la orilla izquierda, los dos últimos lugares, abrazados, me muero por ti y me miras con unos ojos que no puedo resistir, estoy tan sensible que se me mojan los ojos, pegamos nuestras caras y tocamos nuestros labios, después vinieron dos o tres besos más, tu tampoco aguantaste y tomaste con tus manos mi cara, la volteaste hacia a ti y me besaste. El tiempo está corriendo pero los sueños están ocurriendo, robarte besos aunque los desees es jugarse el pellejo en esta sociedad de besos y abrazos prohibidos. Hay una revolución en nuestro pecho, mariposas que quieren llevarse volando al corazón al otro lado del mundo. No puedo acercarme a tu casa, porque tu padre no debe enterarse aun y yo que cada segundo enloquezco más por ti, apenas ayer me has llevado a la biblioteca de Alexandria y he andado de tu mano al lado del mar mediterráneo. Hay que transformar la distancia en nuestro aliado, no sé como pero toda la tristeza cuando no pueda verte tendremos que convertirla en las ganas de volver a tenerte junto a mí. Te he pedido que busques un lugar solitario perfecto para besarnos, espero que lo encontremos y sellemos nuestro amor. Ayer fue domingo, conocí a tu madre y a tu hermana y te vi en vestido. Creo que le di buena impresión a tu familia, reímos mucho y tu fuiste la traductora, tu madre habla muy poco ingles pero dijo que estaba feliz de conocerme y yo también. Es impresionante lo hermosa que te ves en vestido, tienes un cuerpo de diosa de caderas grandes, ahora estoy en el onceavo piso frente al mar del hotel Haram, en un balcón, lo único que le pido a la vida es poder estar junto a ti siempre