Que tarde aquella del atardecer de mis treintas y amanecer de tus veintes,
a veces todavia se siente
como si volviera a dar las 7
a punto del ocaso.
saliamos todos juntos de la casa para dar unos pasos
juntos hacia la libertad
el gato brincaba de alegria
brincaba alto sin disimular la adrenalina
y felicidad
ese sentimiento
no se va...
pero todo lo demas se ha ido hace mucho tiempo
solo quede una chispa que de vez en cuando
retuerce el recuerdo de una lejanisima tarde de felicidad.
que obviamente no volvera.
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