P R O M E S A.


Hay promesas que deben cumplirse, promesas que marcan nuestras vidas, pactos de sangre, de lágrimas lloradas, de risas viejas que hoy humedecen los ojos, esos ojos que empiezan a arrugarse y que han visto la crueldad del tiempo, de ese tiempo malsoñado que ha hecho de una promesa antigua una tarde ansíada de reencuentros y de más preguntas que respuestas, de miradas de dos viejos compañeros de guerra que han sobrevivido y se saben confidentes, aunque desde hace muchos otoños y por los agravios y las macabras burlas del destino se encuentren de pronto desconocidos por las telarañas, los vicios y lo aprendido durante la ausencia, sabrán en su corazón lo que vale una promesa, reconocerán lo que hay debajo de la armadura de los años y solo un beso, un solo beso abrirá la puerta de luz en el espacio. Si deciden entrar verán el mundo de sueños que sus almas en aquellos días últimos de cuentos de hadas construyeron y hasta entonces sabrán que la magia esta en saber quienes somos y reconocernos entre nosotros. Hemos perdido el tiempo, buscando y buscando y aprendiendo nada... yo he ido olvidando como amar, necesitamos vernos desnudos, desangrar la lengua para hablar con el dulce filo de la verdad, confesar que hemos pensado cumplir la promesa, porque es lo que tu digas, soledad o no haber encontrado a nadie igual, haber buscado en gente extraña sin tus risas, ni tus inocentes miedos, ni tu admirable fidelidad, pero debo admitir que no ha habido día, ni uno solo, por más lejos que haya estado, por más enamorado que haya creído estar, que no me haya acordado de las mañanas doradas y las lunas de octubre, en todos los momentos un rostro parecido al tuyo aparecía juzgando a esas gentes -"No son como ella" y sabía que eras tú, que también me buscabas. Esta cerca el día después de tantos y tantos días, se acerca el pasado con el presente, los diablos le tocan las piernas a las musas y las musas tienen el corazón acelerado, latiendo, esperando...